Desperté, lo 1º que me vino a la cabeza fue el móvil

Desperté, lo 1º que me vino a la cabeza fue el móvil, se lo dije a mis padres, primero mirada asesina, y luego me dieron las llaves de los coches para irme al pueblo más cercano a Valladolid con tienda vodafone.
Enganché a mi hermano de copiloto, con las páginas amarillas y el QDQ. Nos fuimos a Laguna, ale, tienda cerrada, no entiendo por qué, en Laguna no era fiesta…jodios…
A Medina pasaba de ir, estaba tan nervioso que se me había olvidado conducir.

Ale, a casa, a ver si llega el sábado y abren la central de Valladolid y arreglar el asunto.
Me eché siesta, apenas comí nada y me preparé para una gran tarde que me sirvió para olvidarme por un tiempo del móvil de los huevos.

A las 17.40 marché al gimnasio, dónde habíamos quedado algunos del Budokan para preparar exámenes (a mí no me toca), a las 17.50 fuimos al corte inglés a recoger-secuestrar a Julia Dinamita, la escena de su subida al coche fue curiosa…
Y nos fuimos al monasterio a entrenar.
El entrenamiento-preparación (fue la puta pasada) duró 3 horas que se nos hicieron cortas, muy cortas.
Finalizó con los ya tradicionales, círculos de Enlace, una cosa muy burra (Brutai Burro Jutsu Simio Ryu), pero muy divertida y en la que se aprende mucho.
Es curioso, nos curtimos bien el lomo, pero no hay percances ni lesiones (graves)…somos buenos.

Y a las 21.00, después de una gran tarde, cada uno para su casa y dios en la de todos. Me quité el barro y demás recuerdos campestres, me Prepagos Medellin y me fui al bar dónde perdí-robaron el móvil, con resultado negativo.

Otra cosa curiosa, el móvil lo tenía en el mismo bolsillo de la cazadora en el que tenía la cartera y las llaves del coche, y sólo se esfumó el móvil…raro, raro, raro…
Y a las 22.30 a la cama, que estaba cansado y sin ánimo, lo del móvil hirió mi estado anímico, nunca me había pasado tal cosa, no me reconozco.

El sábado me levanté a las 9.00, a las 10.00 fui a la tienda y a las 10.15 y sin coste alguno, ya tenía otra vez móvil.
En ese momento, el sol brillaba, los pájaros cantaban, los borrachos potaban, el Madrid perdía la liga…todo volvía a la normalidad.
Y el sábado discurrió por los cauces de la normalidad.